Para medir y comprender mejor el impacto de los factores ambientales sobre el mochuelo común, se lleva a cabo un seguimiento científico en el marco de un programa de anillamiento aprobado por el Museo Nacional de Historia Natural; esto permite, en particular, estudiar a largo plazo los principales parámetros reproductivos de la especie a partir de parejas monitoreadas en cajas nido.

La instalación de cajas nido permite compensar la pérdida de hábitat y la desaparición de cavidades de nidificación disponibles para esta especie debido a la constante urbanización en Provenza, realizada la mayoría de las veces en detrimento de tierras agrícolas, la restauración de edificios antiguos (principalmente cobertizos agrícolas) o la desaparición de árboles viejos.

Cada año, el Centro Regional de Rescate de Vida Silvestre rescata entre 10 y 20 mochuelos. Una vez que son llevados a una clínica veterinaria, se considera demasiado tarde y peligroso intentar devolverlos al lugar donde fueron descubiertos. Por lo tanto, se crían en cautiverio hasta que alcanzan su capacidad física máxima durante una estancia en un aviario de rehabilitación.